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Temperatura ideal del agua de la piscina

Por Juan Carlos Rivas  •   5 minutos de lectura

Temperatura ideal del agua de la piscina

La temperatura del agua en una piscina es un punto fundamental a tener en cuenta para garantizar la comodidad de los bañistas. Tanto el agua fría como el agua caliente pueden ser inconvenientes y provocar una experiencia insatisfactoria. 

Respecto a esto, es importante tener en cuenta que la temperatura ideal del agua puede variar según el tipo de piscina y su propósito específico. Por ejemplo, en una piscina destinada a actividades deportivas o de competición, se suele preferir una temperatura más fresca, lo que ayudará a mejorar el rendimiento físico.

Por otro lado, en el caso de las piscinas recreativas o terapéuticas, una temperatura más cálida, puede ser la mejor opción. Esto es especialmente importante para actividades de relajación, terapias acuáticas o simplemente disfrutar de un baño tranquilo.

Es esencial tener en cuenta que cada persona puede tener sus preferencias individuales en cuanto a la temperatura del agua de la piscina. Algunos pueden preferir el agua más fresca, mientras que otros pueden buscar una temperatura más cálida para relajarse. Por lo tanto, es importante encontrar un equilibrio y ajustar la temperatura de acuerdo con las necesidades y preferencias generales.

El mantenimiento adecuado de la temperatura del agua en una piscina puede implicar la utilización de sistemas de calefacción y refrigeración eficientes, así como el monitoreo regular de la temperatura para asegurar que se encuentra dentro del rango deseado.

Temperatura del agua en piscinas descubiertas

Al determinar la temperatura del agua en piscinas al aire libre, es importante tener en cuenta las condiciones climáticas, el uso de la piscina y su diseño. Estos elementos pueden influir en la pérdida o retención de calor y, por lo tanto, en la temperatura del agua.

Por un lado, el viento puede provocar una mayor evaporación y enfriamiento del agua, especialmente si la piscina está expuesta a corrientes de aire. Por otro lado, si la piscina se encuentra a la sombra, es posible que sea necesario utilizar un sistema de calefacción para mantener una temperatura mínima deseada (24 ºC).

La luz solar también puede aprovecharse para calentar el agua. Sin embargo, si la piscina está ubicada en un área protegida del viento y recibe una exposición constante al sol, es probable que la temperatura del agua se mantenga en un rango ideal, generalmente por debajo de los 30º. En este caso, considera la utilización de una cubierta para piscinas lo antes posible o, por el contrario, deberás llenar la piscina de nuevo constantemente por la evaporación del agua.

Además, el diseño y el material de la piscina también pueden influir en la variación de la temperatura del agua. Las piscinas enterradas tienden a conservar mejor el calor, mientras que las piscinas elevadas desmontables pueden experimentar una pérdida de calor más rápida debido a la exposición del agua en los laterales.

Temperatura del agua en piscinas cubiertas

En una piscina climatizada, es importante mantener la temperatura del agua en un rango de 24 a 30 grados. Si la temperatura de agua llega a superar los 30 grados, se consideraría un área de spa y esto implicaría la aplicación de unas reglas diferentes en términos de mantenimiento y desinfección. 

Para piscinas utilizadas con fines deportivos como la natación, la temperatura ideal se sitúa entre 24 y 26 grados, ya que temperaturas más altas pueden afectar al nadador y aumentar la deshidratación. Por otro lado, temperaturas más bajas pueden ocasionar calambres musculares e incluso hipotermia, lo que también es perjudicial para el deportista.

En el caso de piscinas de uso recreativo, una temperatura adecuada rondaría los 28 grados, especialmente si hay niños presentes. Esta temperatura ofrece una sensación agradable para disfrutar del agua y evitar el frío excesivo.

¿Cómo medir la temperatura del agua de la piscina?

¿Sabías que existe un rango de temperaturas considerado óptimo para garantizar el bienestar? Según lo establecido en el Real Decreto 742/2013, de 27 de septiembre, la temperatura ideal del agua de una piscina se encuentra entre los 24 y los 30 grados centígrados.

Para determinar la temperatura ideal del agua de una piscina, es fundamental contar con un termómetro para piscinas. Este dispositivo se introduce en el agua y se deja durante unos minutos para obtener una lectura precisa de la temperatura.

El tipo de termómetro más comúnmente utilizado en piscinas es el cilíndrico flotante, especialmente diseñado para este propósito. Estos termómetros para el agua son fáciles de usar y permiten una medición precisa.

Es importante realizar mediciones regulares de la temperatura, especialmente si se utiliza un sistema de calefacción como una bomba de calor para piscinas, o si el entorno tiende a ser muy frío. De esta forma puedes comprobar si la temperatura se mantiene en el rango deseado.

Teniendo esto en cuenta, es importante considerar que factores como la climatología y el tipo de piscina pueden influir en la temperatura.

Factores que influyen en la temperatura del agua

La temperatura del agua de una piscina puede variar debido a 

  • El clima. En climas más cálidos, el agua tiende a calentarse más rápidamente debido a la radiación solar directa y las altas temperaturas ambientales. Por otro lado, en climas más fríos, la temperatura del agua puede disminuir debido al enfriamiento atmosférico.
  • Exposición solar. Si la piscina está expuesta a la luz solar directa durante un período prolongado, es probable que el agua se caliente y también se evapore más rápidamente. Por el contrario, si la piscina está ubicada en una zona sombreada o tiene una exposición limitada al sol, es probable que la temperatura del agua sea más fresca.
  • Sistema de calefacción y refrigeración. Los calentadores de piscinas, como las bombas de calor o los calentadores solares para piscinas, pueden elevar la temperatura del agua, mientras que los sistemas de refrigeración, como los enfriadores o el intercambiador de calor, pueden enfriar el agua en climas cálidos.
  • El nivel de aislamiento de la piscina puede influir en la retención de calor. Si la piscina está bien aislada, esto ayuda a mantener una temperatura más constante. Por otro lado, una falta de aislamiento puede resultar en una fluctuación más rápida de la temperatura del agua.
  • Si hay un alto nivel de actividad, como nadar o jugar en el agua, es probable que se genere calor. Sin embargo, la circulación adecuada del agua a través del sistema de filtración también pueden contribuir a mantener una temperatura más homogénea en toda la piscina.
  • Por último, si la piscina se utiliza durante el día, cuando las temperaturas son más altas, es probable que el agua se caliente más rápidamente. Si la piscina se utiliza en horas más frescas, como por la mañana temprano o por la noche, es posible que el agua tenga una temperatura más baja.

Estos son algunos de los factores que pueden influir en la variación de la temperatura del agua de una piscina. Es importante considerarlos al ajustar y mantener la temperatura del agua y si te queda alguna duda, en Piscinas y Productos, ¡estaremos encantados de ayudarte!

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