Trata tu piscina tras una tormenta
La ausencia de una cubierta para piscinas durante el invierno puede acarrear una serie de desventajas, especialmente cuando una tormenta azota la zona. Las inclemencias meteorológicas pueden transformar rápidamente tu limpia y clara piscina en un mar de arena y polvo, algo que nadie quiere.
Restaurar y devolver a un buen estado la calidad del agua de tu piscina puede conllevar más tiempo y una mayor inversión si no cuentas con un cobertor de piscina de invierno, por lo que, el primer paso siempre será mejor prevenir que curar.
Las precipitaciones intensas junto con rachas de viento pueden ensuciar y enturbiar tu piscina, alterando, en consecuencia, el equilibrio químico del agua.
Por ello hoy te planteamos una serie de tips para tratar tu piscina si esto llega a ocurrir.
Evaluación de daños causados por el invierno y las tormentas en la piscina
La llegada del invierno y las tormentas pueden generar impactos significativos en el estado de una piscina, requiriendo una fase de evaluación para prevenir daños mayores y mantener tu piscina segura y funcional.
Aunque con el paso de los años y el cambio climático se dan con menor frecuencia, cuando llegan las tormentas, descargan con fuerza. Estos fenómenos pueden introducir hojas, ramas, arena, polvo y otros residuos en el agua, lo que provoca una turbidez y contaminación que deben ser tratadas rápidamente. Además, esto puede alterar los niveles químicos, como el pH y el cloro.
Una evaluación inicial debería incluir:
- La inspección visual de la piscina para detectar daños estructurales (si la tormenta ha sido demasiado fuerte), tales como grietas o daños en el revestimiento
- Y la identificación de elementos extraños que puedan haber caído durante la tormenta.
Es importante destacar que, si la piscina ha sufrido daños estructurales, es recomendable buscar la asesoría de profesionales especializados en reparaciones de piscinas para abordar este problema de manera adecuada y evitar riesgos posteriores.
Limpieza inicial de la piscina
Actuar rápido a la hora de tratar tu piscina tras el paso de una tormenta es importante. Cuanto más tiempo pase, más descompensados estarán los niveles del agua y mayor riesgo habrá de que aparezcan algas y otros microorganismos.
Después de eventos climáticos intensos o períodos de inactividad en tu piscina prolongados, (como pasa en invierno), para comenzar, utiliza un recogehojas para retirar hojas, ramas, insectos y otros elementos flotantes. Además, un cepillo de piscina puede ayudar a eliminar la suciedad y residuos adheridos a las paredes cerca del bordillo de la piscina.
Tras retirar los residuos visibles, aspira el fondo de la piscina para eliminar cualquier sedimento o suciedad que se haya acumulado en el fondo de la piscina. Asegúrate de pasar el limpiafondos en profundidad, ya sea manual o automático, prestando especial atención a las esquinas.
Una vez completada la limpieza física, es hora de verificar y ajustar los parámetros químicos del agua.
Balance y ajuste de los niveles de pH y cloro
Para analizar los parámetros del agua, en nuestra web puedes encontrar: estuches analizadores, medidores digitales, reactivos…
Ajusta estos niveles según sea necesario y devuelve el agua a un equilibrio químico adecuado para el uso de la piscina.
El nivel de pH indica la acidez o alcalinidad del agua y debe mantenerse en el rango recomendado, generalmente entre 7.2 y 7.6, para prevenir irritaciones en la piel y los ojos, así como para asegurar la eficacia del cloro. Un pH fuera de este rango puede influir en la eficiencia de los productos químicos y causar problemas como la formación de algas o irritaciones en los bañistas.
Por otro lado, el cloro es crucial para desinfectar el agua y eliminar bacterias, algas y otros microorganismos. Los valores óptimos de cloro libre suelen situarse entre 1 y 3 ppm.
Filtración y circulación del agua para eliminar impurezas
La circulación y la filtración del agua son fundamentales en el mantenimiento de una piscina. Esto es vital para eliminar impurezas, residuos y sedimentos que podrían haberse ido acumulando.
Este proceso se lleva a cabo a través del sistema de filtrado de la piscina, que generalmente consta de un filtro de arena, cartucho o diatomeas. Estos retienen partículas y residuos, ayudando a limpiar el agua a medida que pasa a través de ellos. Tras eventos climáticos intensos, limpia también los filtros para asegurar su eficacia y eliminar cualquier posible obstrucción que pueda haberse formado.
Aplicación de productos químicos específicos para restaurar la calidad del agua
Si aun habiendo realizado todos los pasos anteriores, el agua sigue teniendo restos de suciedad y sigue turbia, la aplicación de ciertos productos químicos para piscinas puede ayudarte a terminar de ponerla a punto.
Estos productos están diseñados para corregir desequilibrios químicos, eliminar impurezas y mantener el agua cristalina:
- Floculantes: Todo lo que necesitas saber sobre este producto.
- Clarificantes.
- Reguladores de pH.
- Antialgas.
Es fundamental seguir rigurosamente las instrucciones de cada producto al aplicarlos. Y, tras utilizarlos, se recomienda realizar mediciones regulares de los niveles químicos del agua.
Es importante realizar estas correcciones gradualmente y esperar un tiempo adecuado para que los productos químicos se distribuyan homogéneamente por toda la piscina antes de realizar nuevas mediciones.
Cuidados especiales y consideraciones finales
Como consideración final, recuerda que quizás la compra e instalación de una cubierta para piscina es costosa al principio. Pero a la larga te evitará muchos dolores de cabeza y te hará ahorrar tiempo, esfuerzo y dinero.
Por otra parte, además de ahorrar en el mantenimiento, es un elemento más de seguridad con el que puede contar tu piscina para menores y mascotas.
En Piscinas y Productos, entendemos la importancia de estos elementos y contamos con un equipo profesional que puede encargarse de la instalación.